Aun recuerdo el correr del agua
El sonido fantástico del canto de las aves
La brisa fresca de una soleada mañana
La emoción de una aventura que apenas comenzaba
Una visita al bosque que profundo en mi una huella marcaba
Una huella en la mente, una huella en el alma
Una parte de mi que apenas crecía y despertaba.
Un día de alegría y fiesta
De correr y jugar entre arboles que me reciben y me llaman
De sentirme uno con la naturaleza, con el viento, con la calma.
Aun claramente lo siento
Claramente mi ser lo disfruta y lo reclama
Chapultepec por siempre en mi mente y en mi alma.
(Miguel Chavez)
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